A LA OPINION PUBLICA
Es
evidente que la región de La Araucanía atraviesa una grave crisis ambiental
debido al vencimiento de la vida útil de sus vertederos y rellenos sanitarios.
La
Subsecretaría de Medio Ambiente sostiene que el 90% de los sitios de
disposición de residuos están colapsados.
Mientras
eso ocurre, 17 de sus 32 comunas envían su basura a Biobío, generando costo
operativo superior a los 24 mil millones de pesos, siendo una de las regiones
del país con mayores costos por tonelada de basura producida.
Mientras
tanto en medios de presa no se observan propuestas para solucionar el problema,
por el contrario, intentos de obtener dividendos políticos, denostación a
quienes piensan en una solución técnica, sin dudar en desinformar a la ciudadanía.
Lastima
da un municipio que dice ostentar sello verde y disfrutar de espíritu ambiental,
el mismo que manejo hasta fines de 2024 vertederos clandestinos (con sumario
sanitario), si el mismo al que le clausuraron un edificio por no cumplir las
normas sanitarias y que protegió a contratistas que opero planta de
transferencia de basuras clandestina de basura.
El
suscrito, Ingeniero Agrónomo DGE, insiste que la solución
al problema de los residuos sólidos domiciliarios (RSD), es holística no acepta
una tecnología definida; se debe promover la reducción, reutilización y
reciclaje de materiales, lo que disminuye la presión sobre los recursos
naturales y el medio ambiente. Al adoptar los principios de la economía
circular, se puede avanzar hacia un modelo de gestión de residuos más
sostenible y eficiente.
Si bien el enfoque de las RRR es
reducir la generación de residuos que llega a los vertederos, disminuir la
contaminación y el impacto ambiental, y fomentar una economía circular, la WTE
desempeña un papel complementario en la gestión de aquellos residuos que no se
pueden reducir, reutilizar o reciclar.
La tecnología WTE
(Waste-to-Energy), o conversión de residuos en energía, es un proceso que
transforma los residuos no reciclables en formas útiles de energía, como calor,
combustibles o electricidad.
El proyecto WTE Araucanía no es
una opción más, es un complemento real y urgente. Mientras países avanzados
convierten sus residuos en energía con altos estándares ambientales, aquí se
impone el miedo y la desinformación, condenando a la región a una crisis
insostenible.
El Tribunal Ambiental de Valdivia no puede seguir dilatando esta
decisión. Cada día que pasa, más basura se acumula y más peligra el bienestar
de las comunidades. WTE debe aprobarse ahora.
Jacques Phillippes Truan Laffont
Ingeniero Agrónomo DGE
Líder Ambiental
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